En este primer día de nuestro viaje (el trayecto de ayer de casa a Utrera fue solo un preludio) no hemos viajado nada. O sea, todavía estamos en el mismo sitio en Utrera. A mi me parece muy bien porque estoy muy a gusto en la Finca Ángela y creo que mi papi también. Habíamos dormido muy bien (lo necesitábamos) y nos levantamos bastante tarde. Mi papi dedicó una buena parte del día a reorganizar el equipaje en la cámper (lleva muchísima comida) y, cómo que no, hacer un poco de bricolaje. Ya os dije, siempre quedan cosas por mejorar.
Y yo también lo pasé muy bien, entre siestitas, jugar con la pelota y a veces con los otros perros que hay en el camping. Ahora tito James y tita Ángela también tienen un perro que se llama Pecas, porque tiene muchas pecas porque es un dálmata.
Ahora en el "camping" hay pocas autocaravanas y cámperes, solo unas cuatro o cinco. Una de ellas es de Louise y Aram (aunque duermen en el betibrefas de la Finca Ángela). Son unos neerlandeses muy simpáticos a pesar de que tengan dos pusis. Los conocimos en la cena de anoche. Como ocurre en muchos sitios, ellos también vinieron a ver nuestra cámper porque es una cosa bastante singular. Dicen que quizás volveremos a vernos en Belgrado (Servia), dentro de unas cuantas semanas. Estaría guay.