Estoy un poco triste porque tito Javi ya no está viajando con nosotros. Lo hemos dejado en Valencia porque tenía que volver a trabajar, a pesar de que hoy aquí es el segundo día de Pascua. Pero antes de despedirnos desayunamos con sus padres en su casa.
Luego salimos en coche. Hicimos unas cuantas paradas, para recoger un paquete, repostar el coche y mi papi hizo una colada en una lavandería.
Ahora estamos en un sitio que ya conocía porque el año pasado también estuvimos aquí, en la costa de Castellón de la Plana. Me gusta este sitio porque puedo correr en la playa y hay un parque litoral muy bonito.
El sitio donde vamos a dormir es un aparcamiento gigante entre la carretera y el aeropuerto, pero no hay aviones grandes. Lo que sí son grandes son las otras autocaravanas que están aparcadas aquí. En comparación con estas casas rodantes nuestra cámper parece diminuta, pero es la que más mola de todas.
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