Estos días no está haciendo muy buen tiempo. De vez en cuando llueve y nuestras actividades las hacemos entre los chubascos.
Esta mañana cuando dejó de llover nos fuimos en coche hasta (casi) el centro de Grenoble. Como es domingo, no había problema para aparcar. Pero también significa que la ciudad estaba bastante apagada. Los sitios donde más vida había eran unos mercados. Hay un teleférico con lo cual se puede subir arriba al castillo, pero era bastante caro y con la niebla tampoco íbamos a ver mucho de todas formas. Entonces vimos el castillo desde abajo.
Pasamos unas dos horas en el centro y luego cogimos el coche para subir al Alpe d'Huez. Este puerto de montaña, a una hora de Grenoble, es muy famoso por el Tour de Francia. Y como mi papi es tan friki de bicicleta, quería verlo. Supongo que en bicicleta es mucho más duro que en coche, aunque a mi también me costó bastante trabajo, agarrandome en las curvas de la carretera. Además no se veía nada por la densa niebla y arriba estaba lloviendo. Lo que sí vimos es que el sitio donde pone la meta del Tour de Francia es bastante feo. Es un resort de esquí, pero ahora totalmente abandonado.
Pasamos un buen rato comiendo y durmiendo al lado de un teleférico, el Alpe d'Huez Express, y cuando nos despertamos el tiempo había mejorado bastante. Ahora sí podíamos contemplar las vistas.
A la vuelta casi tuvimos que pasar otra vez por Grenoble, porque el paso que queríamos usar estaba cerrado. Hicimos un trayecto bastante largo en coche, hasta llegar aquí, un aparcamiento para autocaravanas en Le Cheylas. Es enorme, pero solo hay dos otras autocaravanas.
Añadir nuevo comentario