Hemos llegado al tercer país de nuestro viaje: Suiza. Y aquí hace buen tiempo.
Bueno, tampoco podemos quejarnos del tiempo que tuvimos en nuestro último día en Francia.
La primera misión de hoy fue hacer compras. Mi papi cargó la despensa y el frigorífico a tope, porque en Suiza todo es dos o tres veces mas caro. Después subimos en coche al aparcamiento de la basílica de Annecy. Parecía más un camping que un aparcamiento, porque estaba lleno de autocaravanas de estas gigantes. Será porque allí se puede aparcar gratis.
Bajamos andando hasta el centro de Annecy. No somos muy amantes de ciudades pero es un sitio realmente chulo (y por lo cual, muy turístico). En algunos sitios se parece a Venecia, dice mi papi. Además tiene un parque bonito en la orilla del lago y allí la gente se lo están pasando muy bien.
Después de la comida y un poco de descanso en ese mismo aparcamiento a pie de la iglesia fuimos en coche hacía el norte. Hicimos una pequeña parada para ver un puente muy chulo, el Puente de la Caille.
No hemos notado nada de una frontera entre Francia y Suiza. Además todo seguía en francés. Muy pronto encontramos un buen sitio para pasar la noche, en un aparcamiento en el campo. Hay unas cinco otras autocaravanas y ahora mismo está llegando un autobus español de dos plantas, convertido en cámper. Madre mía, qué cosa!