A pesar del mal tiempo hemos pasado un día bastante guay.
Después de pocos kilómetros en coche desde nuestro sitio de pernocta detrás de los troncos de madera, llegamos a un lago muy bonito en la montaña, el Lago di Landro. Pero allí solo paramos para hacer unas fotos y seguimos hasta un aparcamiento en la carretera que llega a las Tres Cimas del Lavaredo. La carretera estaba cerrada para coches, pero mi papi dijo que incluso si estuviera abierta, ni de coña pasaríamos en coche porque habría que pagar 30€ de entrada por coche, o incluso 45€ por autocaravana (nunca queda muy claro en qué categoría entra nuestra cámper).
Desde el aparcamiento subimos andando hacia el refugio / restaurante que está en la base de Las Tres Cimas. Primero queríamos ir por el sendero, pero muy pronto me hundí hasta el cuello en la nieve. Entonces seguimos andando por la carretera, que estaba libre de nieve y de coches. Después de casi dos horas, o sea seis kilómetros subiendo, llegamos al refugio. Pero qué decepción... Igual que hace un año y medio, ahora tampoco llegamos a ver las Tres Cimas, por la densa niebla.
Mientras tanto había hambre y la verdad es que estábamos algo cansados. El restaurante estaba cerrado pero había un tipo de local denominado refugio de invierno, donde podíamos sentarnos un rato en bancos de madera y refugiarnos de la nieve. Pronto llegaron mas personas que hicieron su descanso en el refugio. Había buen rollo, y comida. Pillé un buenísimo bocadillo con salami de uno de los niños. Bueno.. la verdad es que le di un lametón al bocadillo y su papi le dijo al niño que ahora el bocadillo me perteneció a mí.
Con nuevas energías y ganas bajamos al aparcamiento, que fue mucho más rápido que la subida. Allí cogimos el coche y fuimos a otro aparcamiento en el Passo Tre Croci. Los tres croquis también estaban invisibles, pero allí hicimos nuestro descanso de mediodía. El tiempo no mejoró nada, entonces después de la siesta solo vinimos al sitio donde estamos ahora y donde vamos a dormir, y vaya sitio bonito que es. Salvo el ruido del río no se escucha nada, y además no se ve nada porque aquí la oscuridad es absoluta. ¡Huuuuuu!
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