Nuestra última mañana en Bosnia y Herzegovina ha sido bastante emotiva, y nuestra primera tarde en Serbia bastante divertida.
El sitio de pernocta delante del hotel abandonado era algo espeluznante pero aún así dormimos muy bien. Empezamos el día con un paseo por el pueblo de Srebrenica, solo para confirmar lo que ya habíamos visto ayer. El pueblo destaca por su dejadez, abandono y decadencia. Total, es una imagen bastante triste.
Luego fuimos en coche al monumento a la masacre de Srebrenica. Yo no podía entrar pero desde fuera ya podía ver de qué se trata: allí están enterrados las víctimas de la "limpieza étnica" que hicieron los serbios en julio 1995. Mi papi y mi tito sí entraron en el recinto y lo que vieron les dejó sin palabras. Más de 8000 lápidas, pequeñas columnas de mármol, perfectamente alineadas. Y unas tablas de piedra con los nombres de todas las víctimas. Sobre todo para mi papi el monumento significa mucho, porque fueron precisamente los Cascos Azules holandeses que tuvieron que evitar la masacre pero no pudieron.
Bueno... como Srebrenica está casi en la frontera no tardamos nada en llegar al control fronterizo y pasar al país número ocho en este viaje: Serbia.
Fuimos casi una hora en coche e hicimos nuestra parada de mediodía al lado de un viaducto gigante que se estaba construyendo. Después de la comida mi tito Joan se puso muy contento con la música que ponía mi papi y comenzó a bailar en la entrada de la cámper. Enseguida llegó una excavadora gigante. Pensábamos que iba a llevar la cámper en su pala pero se paró a medio metro de la cámper. El conductor era un chino que también se puso a bailar y observó con mucha apreciación y risas nuestra casa rodante, jajaja.
Sobre las cinco seguimos nuestro camino para ir otras dos horas en coche. Pasamos por Belgrado, capital de Serbia, cruzamos el río Danubio y paramos en un polígono industrial del pueblo Pancevo. Aquí podemos pasar la noche en el aparcamiento de una fábrica de aluminios. El vigilante se asustó un poco cuando nos metimos con el coche dentro del recinto de la fábrica (porque allí habíamos visto una autocaravana grande, imagino que es del director de la fábrica). Pero nosotros nos quedamos fuera de la valla, al lado de la caseta del vigilante que nos esta observando continuamente. Más seguro imposible!