Hoy no hemos hecho mucho más que desplazarnos en coche, pero estoy contento.
A pesar del fuerte viento habíamos dormido bien en nuestro sitio en la orilla del Lago Van. La salida a la carretera se retrasó un poco porque unos toritos, en vez de largarse del camino, nos guiaron hasta su pueblo. En total fuimos unos 140 kilómetros en coche, pero hoy por carreteras y autovías muy buenas. El coche no se movía tanto e incluso logré dormir un poco.
Pasamos la ciudad de Doğubayazıt y solo el último tramo del día fue por un camino sin asfaltar. Y creo que hemos llegado al sitio de pernocta más bonito de este viaje. Estamos en lo alto de la montaña, debajo de un árbol gigante y al lado de unas ruinas o cimientos de casas. Por aquí no pasa ningún coche y las únicas personas que vimos eran unos jóvenes pastores con cientas de ovejas y cabras. Pero lo mejor de todo es la vista que tenemos al Monte Ararat, con su gorro de nieve. Solo tengo cuatro palabras para describirlo. Es - pec - tacu - lar.