Día 105

1 vídeos
🫧🧽 Lavando el coche ✨ en Juta 🇬🇪 Georgia
Audio file

Hoy os relato las andanzas de un día en el extremo norte de Georgia que prometía ser todo un "perrospectáculo". Empezamos el día despertando en un lugar verde y hermoso, rodeado de la belleza natural el los alrededores de Stepantsminda. ¡Imaginad un paisaje tan verde que hasta Shrek se sentiría en casa!

A pesar de mi reticencia a subir al coche, esta aventura prometía más emoción que un desfile de gatos en un pueblo de ratones. Arrancamos y nos dirigimos a la Capilla de Elías, que ofrecía vistas al Monasterio de la Trinidad al otro lado del valle. Las vacas que nos encontramos en el camino eran tan simpáticas que hasta yo me sentí tentado a "pastar" un rato con ellas.

Luego descendimos en coche en dirección a Juta y comenzamos una ruta que era una verdadera maravilla. El Valle de Sno nos recibió con pueblos de nombres que iban desde lo más sencillo como "Sno" hasta lo más complicado como "Akhaltsikhe." ¡Los nombres aquí son un verdadero acertijo lingüístico!

El viaje continuó y pasamos por Juta, adentrándonos más en el valle. Pero en un giro de los acontecimientos, nos topamos con un cartel que nos decía: "Prohibido seguir, ¡se acerca la frontera rusa!" Así que, obedientes y con precaución, decidimos aparcar junto al río para disfrutar de un picnic.

Mientras mi papi se tomaba en serio lo de lavar el coche con agua del río, yo me quedé "río arriba" disfrutando de las vistas y escuchando el rugido de una tormenta que se aproximaba. Parecía que el tiempo no estaba de nuestro lado para una caminata hasta el Lago Chaukhi, ¡pero no pasa nada, siempre hay más aventuras por delante!

Cruzamos la carretera principal, esa maldita Military Highway, y nos dirigimos hacia el asombroso Valle de Truso. Aquí las montañas y la naturaleza exuberante son simplemente impresionantes. Nos aventuramos unos cinco kilómetros por una pista de barro que resultó ser un spa de lodo para nuestro vehículo. El coche, en lugar de lucir su brillo recién recuperado, decidió sumergirse en un "baño de barro" inesperado. La efímera limpieza se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.

Aparcamos el coche cerca de la aldea Kvemo Okrokana y nos preparamos para descansar después de un día lleno de emociones. A pesar de los obstáculos en el camino, el viaje fue una verdadera colina de emociones, y como siempre, disfruté de los lugares que visitamos.

Joan

Me encantan las fotos, la limpieza brutal y el final a tope. Eres fantástico sois fantásticos😘

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
9 + 4 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.