¡Catorce países ya hemos pisado en este viaje! Es que hoy hemos pasado la frontera y estamos en Armenia.
No habíamos dormido nada bien porque allí en Tiflis hacía un calor que te cagas. Con la ilusión de pasar esta noche en un sitio más fresquito, nos fuimos bastante temprano del "camping", o sea el aparcamiento detras de la catedral en Tiflis. Condujimos hacia la frontera con Armenia, pero antes de cruzar hicimos una última parada turística en Georgia, para ver uno de estos monumentos brutalistas que les gustan tanto a mi papi.
Pocos kilómetros antes de llegar a la frontera surgió una cosa muy simpática. Había alguna festividad, creo por la circuncisión de unos niños, y la gente paraba a los coches que pasaban por la carretera, para regalarles un pastel, un vaso con cubitos de sandía y melón y una botellita de agua.
Poco tiempo después tocó el papeleo en la frontera. Salir de Georgia solo requería una parada en una ventanilla, pero para entrar en Armenia tuvimos que visitar tres o cuatro ventanillas distintas. Una vez en Armenia mi papi también tuvo que contratar un seguro para el coche, y en la misma oficina consiguió una tarjeta SIM, para que estemos conectados.
A la primera vista parece que Armenia se ha quedado más con la herencia soviética que Georgia. Me refiero a los coches y camiones antiguos, fábricas abandonadas y otros edificios, a veces barriadas enteras.
Vamos a dormir en una colina cerca del pueblo Alaverdi, donde hay enorme conjunto de fábricas abandonadas. Ya las vimos desde lejos pero mañana a lo mejor nos acercamos para verlas mejor. Molaría!
Que decir, sois fantásticos 😘😘😘