Hoy hemos estado en en punto más lejano de nuestro viaje, por lo cual ahora oficialmente estamos regresando a España.
Habíamos pasado una noche muy fresquita y mi papi incluso puso la calefacción de la cámper un rato. Es que somos unos frioleros que no veas. Teníamos ganas de estar en la naturaleza, pero no fue tan fácil. Primero fuimos en coche en dirección del Lago Kaputan, pero después de un par de kilómetros hubo una cancela en la carretera. Mi papi preguntó a uno de los hombres que estaban por allí si se podía seguir hasta el lago, pero el otro contestó con un gesto de "carretera cerrada" y dijo en un tipo de inglés: "Azerbaiyán, dangerous". Bueno... era mejor no arriesgarnos y nos damos la vuelta para seguir en dirección sur. Pasamos otra vez por Kajaran, una ciudad minera donde se están excavando las montañas alrededor de la ciudad.
En coche fuimos por la carretera principal y tuvimos que subir muchísimo. Había muchos camiones en la carretera, pero la carretera estaba muy buena y no tardamos mucho en llegar al puerto de la montaña a una altura de 2535 metros. Guau!
Esta carretera también pasa por un parque nacional muy grande, Arevik National Park. Queríamos hacer un poco de senderismo allí pero la ruta que mi papi había encontrado en la aplicación no era nada chula porque iba por otra carretera más pequeña. También hacía mucho calor y después de unos cientos metros nos rendimos y nos damos la vuelta para seguir el viaje en coche.
Llegamos a la pequeña ciudad de Meghri, una de las ciudades más meridionales de Armenia. Paramos allí y a pie exploramos un poco la ciudad. No había mucho que ver, pero era interesante porque es muy... digamos... soviética. Parecía que allí en 30 años el tiempo apenas ha avanzado.
La idea era luego volver al norte por otra carretera, que roza la frontera con Irán y más adelante la con Azerbaiyán. Todo esto suena un poco conflictivo y efectivamente, en las afueras de Meghri había un puesto militar para bloquear la carretera. Mi papi preguntó al soldado si podíamos seguir hacia Kapan, pero como ya era de esperar, nos dijo muy amablemente y en un inglés estupendo, que desafortunadamente la carretera estaba cerrada y tendríamos que volver por la misma carretera que pasa por Kajaran. O sea... más lejos que allí no podíamos ir, y esto significa que habíamos llegado al punto más lejano del viaje. Eso sí, hemos visto Irán, al otro lado de la valla y del río.
Ya era hora de comer y descansar, pero en Meghri hacía un calor horroroso. Sin embargo ya sabemos el truquito para estar más fresquito: subir la montaña. Entonces volvimos a aquél mismo puerto de la montaña y a más de 2500 metros de altura paramos al lado de la carretera.
Después de una buena siesta volvimos a Kajaran y seguimos en dirección Kapan. Encontramos un muy buen sitio para pasar la noche, cerca de Lernadzor, rodeado de naturaleza. Es un lugar realmente perfecto. Hay una pequeña planta hidroeléctrica; escuchamos a los trabajadores un par de veces pero no los vimos. El paisaje es maravilloso y hay tranquilidad e intimidad total. Aquí no hay nadie ni nada que nos moleste. No hay personas, ni perros, ni vacas, ni ovejas, ni siquiera moscas o mosquitos.
Parece que te trasladas unos años atrás, que fotos más bonitas.