Que día más divertido hemos tenido hoy. Una caminata muy bonita por la mañana ynpor la tarde... sorpresa.... ¡visita! Ha venido tito Christoph, ¡yupiiii!
Aunque no salimos demasiado temprano del hotel, todavía hacía un poco de frío por la mañana pero caminando no me molesta. Ya no había tantos huertos, solo unos más pequeños y lo demás era bosque. Íbamos en dirección Alhama de Granada pero por coriviri no queríamos entrar en ese pueblo. Papi encontró en el mapa un tipo de atajo y vaya bonitas caminata fue esto. Seguimos en cauce de un arroyo, los bosques tenían unos colores espectaculares. Sólo me daba un poco de miedo el puente que tuvimos que cruzar al final. Bueno puente... era más bien dos troncos con palets viejos puestos encima. No me fiaba nada de esta porquería y en vez de usar el puente crucé el arroyo por el agua; tampoco era para tanto. A papi si le gustaba; cruzó varias veces y mira que valiente soy... al final me atrevé a hacerlo. ¡Pero solo una ves y nada más eh!
Después de una pequeña pausa (papi comió y yo jugué con la pelota) seguimos una hora más. En un sitio donde el camino cruce una carretera nos sentamos otro rato y mira que sorpresa...después de unos diez minutos apareció tito Christoph en su cocheny nos llevó al pueblo (Arenas del Rey). Menos mal porque admito que ya estaba un poco cansado. En el pueblo todo estaba cerrado, entonces seguimos, también en coche al alojamiento donde también hay un restaurante y allí los tres comimos muy bien. Me comí medio filete, yami yami.
Desde el restaurante hay unas vistas espectaculares al río y el embalse. Pero no solo los vinos desde lejos porque después de ver nuestro bungalow bajamos al valle y nos damos un paseo muy bonito y divertido por aquel río. Mira, Tito Christoph hizo un documental y todo, ¡guauuu! Jugué en el agua del río, corrí por la arena y me revolqué en el barro.
Ya era casi de noche cuando volvimos al bungalow y allí estábamos muy a gusto en el sofá, con el calor de la chimenea. ¡Ummmm!