🤩 Van tour: os enseño nuestro palacio sobre ruedas 🐾
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Hoy hemos pasado por la capital de Turquía, Ankara. Mi papi ha visto alguna cosa allí, pero yo no. Os contaré.
El sitio donde habíamos dormido no estaba nada mal, salvo que había muchos otros perros, de estos gigantes, que por la noche ni me dejaban hacer mis necesidades tranquilamente. Eran muy amables pero también bastante tontos. Y cuando a las cuatro y media de la madrugada el almuédano comenzó a cantar desde la mezquita, todo el vecindario de perros cantó con él. ¡Uhuuu!
Un par de horas más tarde estábamos rodeados de vacas que habían venido al bebedero, junto con su vaquero. El vaquero no hablaba nada más que turco pero aún así intentó conversar un rato con mi papi. Qué majo.
Estábamos a media hora en coche hasta el centro de Ankara. Por lo visto la ciudad no es nada interesante, pero hay una cosa que mi papi quería ver: el mausoleo de Atatürk. Entonces aparcamos cerca del complejo y mientras yo me quedaba en la cámper, mi papi hizo la visita. Dice que es muy impresionante, sobre todo por su tamaño. Porque es enorme. Gigante. Exageradamente colosal. Seguramente Atatürk fue un buen tío, pero tampoco para tanto, no? En el complejo también hay un museo sobre la guerra de independencia y con todos los chismes de Atatürk que pudieron encontrar: su ropa, sus libros, sus sables y navajas etcétera etcétera. Mi papi es experto de ver las cosas muy rápidamente, pero aun así la visita le costó más de una hora.
Luego salimos en coche desde la ciudad, que también nos costó bastante tiempo porque es súper grande. Sobre las tres de mediodía llegamos al lugar bonito donde vamos a dormir. Es cerca de un pequeño río y aquí no hemos visto a nadie más que una familia turca haciendo pícnic. Y lo demás: solo hay naturaleza . No hay coches, no mezquitas, no vacas y no perros. Aquí vamos a descansar de puta madre.
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