Tras tanta ciudad, buscábamos tranquilidad. La encontramos en un lago sin baño, una siesta en autopista y un arroyo con banda sonora líquida.
in the middle of nature 🌲
Hoy tocó turismo intensivo: calles que huelen a gofres, selfies a granel y pueblos tan bonitos que casi te multan por respirarlos. Saltamos Mulhouse, trotamos Eguisheim, coleccionamos fachadas en Colmar y dormimos abrazando el Rin, yo con el hocico en Francia y el rabo en Alemania.
Hoy la aventura empezó antes de arrancar bien el motor: ramas a la cara, barro hasta las ruedas y un camino tan estrecho que casi salimos en versión exprimida. Pero el destino final: paz, campo y ninguna señal de humanos. Planazo.
Vi glaciares sin frío, me mojé las patas en un lago y sobreviví a una granizada con sonido de guerra. Por suerte, terminamos el día en un mirador de cuento, sin humanos a la vista.
Casi huimos de la lluvia, casi hacemos senderismo, casi nos volamos en un lago y casi dormimos donde no se puede. Pero oye, lo importante es que casi todo salió bien.
Hoy cruzamos media Francia, intentamos una excursión frustrada por la lluvia, vimos el famoso viaducto de Millau desde arriba y dormimos al lado de un menhir y un Cristo, como buenos galos devotos.
Viaje caro en autopista italiana, pero llegamos a Exilles: calles minúsculas, río bonito y una fortaleza de cuento. Eso sí, el frío aquí te deja tieso hasta los bigotes.
¡Qué día de Navidad tan redondo! Exploramos Palmanova, jugué con mi nueva pelota en la nieve y acabamos en un lugar tranquilo junto a un río. ¡Una Navidad de película!
¡Base aérea abandonada, aviones destrozados y túneles oscuros! Después, lluvia, barro y un aviso naranja de nieve. ¡Así de épico fue nuestro día en el que pasamos de Bosnia y Herzegovina a Croacia!
Cruzamos de Montenegro a Bosnia-Herzegovina en el paso de frontera más rápido de la historia. Ahora estamos en un lugar tranquilo junto al río... ¡y hoy es mi cumpleaños! Más detalles en otra entrada.
Paseo por la ciudad, hielo en el Parque Lovcen (patiné como un pro) y curvas infinitas hacia Kotor. Todo eso con vistas de fiordo y final tranquilo en la montaña.
De la niebla matutina a las luces de Navidad en Cetinje: carreteras nevadas, una autopista de lujo, Podgorica sin sorpresas y un monumento brutalista en Barutana. Dormimos sobre un monasterio, ¡vaya día!