Hemos llegado a la costa norte de Turquía, del Mar Negro. Casi podemos ver la Crimea al otro lado del charco pero no vamos allá.
Comenzamos nuestro día con otro paseo por el bonito pueblo de Safranbolu. De día se ve todo diferente, con más vida. Ahora todas las tiendas para turistas, los restaurantes y los bares estaban abiertos, pero todavía no había ningún turista salvo nosotros. Esta vez también vimos el mercado de cobre, el hamam (no entramos porque no me gusta bañarme) y unas cuantas mezquitas. Pensábamos que yo no podría entrar en los patios de las mezquitas, pero pronto vimos que precisa-mente estos patios son los sitios donde más perros hay. Allí todos están descansando a la sombra.
Después del paseo fuimos en coche, pero no mucho tiempo. Ya era hora de comer y descansar y lo hicimos en un sitio muy tranquilo entre la carretera y un río.
Luego nos acercamos a la costa, hacia la pequeña ciudad de Amasra (Sésamo en español). Pero primero hicimos otra parada para ver un monumento arqueológico, el monumento Kuşkayasi. Es un tipo de relieve tallado en la roca. No es muy guau pero sí es muy antiguo, del primer siglo DC.
El plan era pernoctar en un aparcamiento en Amasra, pero ya antes de entrar vimos que estaba muy lleno y allí no descansaríamos mucho. También vimos que Amasra es un lugar con muchísima gente y muchos coches, y poco idílico. Entonces lo dejamos para una próxima vez y venimos a un pequeño pueblo cerca de Amasra - Çakrazşeyhler (los nombres turcos a veces me cuesta pronunciarlos). Aquí estamos en un camping muy tranquilo. Al lado de nuestra cámper hay otra furgoneta cámper de un matrimonio turco o alemán. Es decir los dos nacieron en Turquía, pero han vivido 50 años en Alemania y ahora de vuelta en Turquía. Son súper simpáticos y por supuesto hablan bastante bien alemán. Cuando llegamos estaban cenando y enseguida pusieron otro plato en la mesa y nos invitaron a comer, y luego a tomar té. El té- no lo he probado pero las alitas de pollo estaban.. yami yami..
Añadir nuevo comentario