Dag 46

Geluidsbestand

Ya estamos en el país número 5 de nuestro tour, ¡Eslovenia!

Nuestra odisea comenzó cerca de un lugar llamado Belgrado, que no es Belgrado en Serbia sino un pequeño pueblo italiano, al lado del Río Tagliamento. Vaya forma de comenzar el día ¿eh? Al final parece que este viaje es una especie de ruleta rusa con destinos inesperados. ¡Pero eso es parte de la diversión!

Y luego ¡rumbo a Eslovenia! La frontera con Italia pasó volando, gracias a la magia de la Unión Europea. Ni un solo gruñido en la aduana.

Después de unas cuantas horas de paseo canino en coche llegamos a Idrija. Recordaba este lugar ya que habíamos estado aquí el año pasado, y quedamos en el mismo área de autocaravanas. ¿Qué puedo decir? ¡La cámper es como mi segunda casa, o incluso mi primera! Por cierto, la vida en la cámper es toda una experiencia nueva para mi títo, ¡y vaya que es divertido ver cómo se adapta! Aunque, sinceramente, creo que hasta los humanos en este viaje están aprendiendo algunas lecciones caninas de adaptabilidad.
-.
Idrija resultó ser un lugar sorprendente. ¡No es una ciudad cualquiera! Antiguamente esta joya eslovena era una ciudad minera, donde extraían mercurio. Sí, ese mercurio que a todos asusta cuando se rompe un termómetro. Aunque, si me preguntáis, yo preferiría una deliciosa croqueta a cualquier mineral, ¡pero bueno!

Después de disfrutar de un festín en la cámper (sí, otra vez pienso, pero no vamos a darle más vueltas), decidimos aventurarnos por las calles de Idrija, a pesar de que el cielo nos amenazaba con un chaparrón. ¿Quién necesita un paraguas cuando tienes un pelaje tan chulo como el mío? La ciudad es tan pintoresca como un cuadro de un perro famoso, con sus calles adoquinadas, casitas encantadoras y ese ambiente relajado que simplemente me hace mover la cola de emoción. Hay unas iglesias encaramadas en colinas, una de ellas con un Viacrucis. Ya sabéis, es como una especie de ruta de obstáculos religiosa que representa las últimas peripecias de Jesús. No sé si Jesús habría apreciado mi compañía peluda en su camino, ¡pero seguro que habría sido interesante!

Al final del día volvimos a la cámper. No, no porque no ame los lugares que visitamos, sino porque todos necesitamos un poco de tiempo para relajarnos, incluso un perro aventurero como yo. Así que aquí estoy, con mi papi y mi títo Joan, relajándome y esperando emocionado el próximo destino de esta increíble travesía.

Reactie toevoegen

CAPTCHA
2 + 13 =
Los deze eenvoudige rekenoefening op en voer het resultaat in. Bijvoorbeeld: voor 1+3, voer 4 in.
Deze vraag is om te controleren dat u een mens bent, om geautomatiseerde invoer (spam) te voorkomen.