Creía que el despertador era una amenaza nuclear, pero resultó que papi solo quería madrugar… a las once. Entre compras sin mí y un río secreto, acabamos en un paraíso de siesta y pradera.
Creí que la carretera cortada era solo para coches… así que me tumbé en medio como si fuera mi terraza privada. Entre curvas repetidas, pueblos de postal y una garganta sin humanos, hasta yo perdí la cuenta de los paisajes.
Subimos al Puy Mary por un sendero empinado, vimos el sol esconderse tras las colinas y bajamos casi a oscuras. Todo después de cataratas sorpresa, presas gigantes y carreteras de montaña.
Creía que nos quedaríamos en nuestro paraíso secreto, pero papi Edu me llevó de colinas aburridas a puentes medievales y acabamos en un lago misterioso bajo la noche.
Hoy conquisté una playa escondida, jugué hasta enterrar la pelota tres veces, sobreviví a una carretera con más curvas que una serpiente y acabé vigilando un lago secreto solo para mí.
Un lago inmenso, una playa de arena sin bañistas y un ejército de bellotas kamikaze bombardeando nuestra cámper. Al final, victoria perruna y descanso sin explosiones.
Un lago bonito, pero con cartel de “perros prohibidos”. Compras XXL, siesta épica y final feliz junto al río Vienne, con toda la pradera solo para mis patas.
Creía que íbamos a pasar el día entre hierba y siestas, pero papi Edu arrancó el motor y acabamos explorando castillos, ríos y pueblos de cuento antes de dormir junto al lago Rouffiac.
Tussen een kasteel dat uit de lucht valt, een pizza die uit een machine komt en een geheime hoek bij een beekje, vieren we duizend nachten op wielen... en we hebben nog steeds niet geleerd om stil te zitten.
Ik heb duizend nachten in onze camper geslapen, en papa Edu nog een meer. Duizend-en-een nachten van wegen, regen, sneeuw en sterren, die geen landen tellen, maar dromen op wielen.
Oradour-sur-Glane maakt ons sprakeloos en zonder wandeling. Ik, de enige hond ter wereld die door de geschiedenis is verboden, wacht buiten terwijl papa de ruïnes bezoekt. Aan het einde van de dag keert de rust terug tussen bomen en schroeven.
We dachten dat we alleen maar aan een meer zouden eten... en uiteindelijk luisterden we naar het hele leven van een vreemde voordat we verdwaalden in een perfect bos om op wielen te slapen.