Como ya dije ayer, hoy hemos caminado muchísimo. No pensaba que sería capaz pero hemos ido casi 30 kilómetros. Sabes cuántos pasitos son para mi?
A veces fue un poco duro pero la ruta era muy bonita. Sobre las ocho y media salimos del hostal en Tarifa. Me habría gustado caminar y correr por la playa pero casi todo el tiempo había un camino de madera al lado de la playa. Después de una hora o algo así paramos en un hotel para desayunar. Mi papi pidió solo un Colacao y una tostada pero luego la camarera vino con una bandeja lleno de pan, queso, jamón y muchas cosas más. Había comida de sobra para mí papi entonces le he ayudado un poco con el jamón y el queso.
Luego nos metimos en el campo, subimos un poco por las montañas. A veces la ruta era por carretera (bueno, de grava) y a veces por un camino de cabra. Hemos visto muchos animales en el campo y también en el mismo camino: vacas, cabras, cerditos, canalla y burros.
No hacía mucho calor pero hemos bebido mucha agua. Dos veces Edu se acercó a una casa o granja para pedir más agua.
El embalse que pasamos no era muy bonito y en el valle había muchísimo viento. Entiendo que es por todos eso ventiladores gigantes que están trabajando allí.
Una vez pasado el punto más alto del camino por el valle, el Puerto de Ojén (hay un mirador pero no mucho que ver) íbamos buscando un sitio para dormir. Mi papi puso la tienda de campaña en un bosque donde no hay vacas, bastante cerca de la carretera pero nadie puede vernos. Además la tienda tiene el mismo color que el bosque. Ya eran las seis y media pero todavía había luz. Así que cenamos y al anochecer nos metimos en la tienda.
La verdad es que estoy pasando un poco de miedo, se escucha muchos animales en el bosque y a veces pasan coches. Pero dice mi papi que no tenemos que preocuparnos, que los animales no hacen nada, estamos muy protegidos dentro de la tienda, y los hombres no saben encontrarnos. Bueno, voy a intentar dormir un poco.