Hoy hizo muy buen tiempo y mis papis me llevaron al Parque del Alamillo en Sevilla. ¡Qué divertido es el parque! Esta vez aún no fuimos a la zona perruna pero me dejaron jugar en el césped. También
parque
Todos estos olores humanos... de champú y perfumes y jabón, no me gustan nada. Yo, cuando puedo, prefiero convertirme en un animal de verdad, con el pelo guarro que huele a naturaleza. Mira como lo
Este juego mola: mi papi Edu tira la pelota en la escalera de este monumento en el parque, yo lo recojo, corro por el lazo gigante y salgo al otro lado. ¡Es un perroducto!
Ya es noviembre y las naranjas caen de los árboles. Son como pelotas, o mejor, porque cuando las muerdo sabe muy raro. Qué rica... o no, asquerosa... no, rica... bueno, no lo sé.
Esta fuente en los Jardines del Valle salpica muchísimo, y no voy a arriesgar que me moje la cabeza mientras bebe. Menos mal que alguien (supongo el dueño de otro perrito) ha puesto un bebedero
Mira como espanto a los pusis en el parque Miraflores. Hmmm pero no parecen muy impresionados. Bueno, ya se darán cuenta de quién manda aquí.