Jayena - casi Albuñuelas

Hoy ha sido el segundo día de camino por los parques naturales y no hemos pasado por ningún pueblo.
Efectivamente dormí muy bien en la tienda de campaña, allí en el camping no camping. Sólo por la mañana apareció un tío con mochila, vino del bosque, pero cuando fui ladrando detrás de él, salió casi corriendo.
Casi toda la mañana estuvimos subiendo. En un bosque de pinos vimos unos bambis, no sé cómo se llama este tipo pero eran muy bonitos; parecía que tenían una manta roja en la espalda. Quería acercarme más pero estos bichos son aún más tímidos que yo y saben desaparecer en un segundo. Arriba de todo había unas praderas muy bonito donde pasamos la carretera también hay un restaurante. Estaba cerrado pero pudimos descansar un poco en la terraza y coger agua de un grifo que tienen fuera. Más tarde hicimos una pausa más larga y mientras papi estaba comiendo su almuerzo me eché una siesta encima de la mochila.
La ruta por la tarde era muy guay, ya no íbamos por carreteras de tierra sino por caminos de cabra y el cauce de un arroyo. Había muchos sitios bonitos para acampar pero era temprano todavía, entonces seguimos bajando. También había otra de esas zonas de acampada controlada pero esta me daba muy malas vibraciones, entonces dije a papi Edu que no quería quedarme allí. Pero luego encontrar un sitio para la tienda era más complicado porque el camino (de nuevo carretera sin asfaltar) iba por un cañón y todo estaba muy inclinado. Hasta que encontramos un establo abandonado en la orilla del río (el río no tenía agua). Papi quería poner la tienda en el corral pero la tierra era tan dura que los clavos de la tienda no entraron. Al final encontramos un sitio cerca del establo, entre el río y la carretera. No estábamos nada escondidos pero ya casi era de noche y allí no iba a pasar nadie.