Hoy solo hemos caminado un par de horas, pero todo el tiempo bajo la lluvia. Y lo peor comenzó después de llegar a Lanjarón. Explico:
Después de comerse un desayuno más que abundante (parecido a los desayunos en casa de mi abuela, sólo faltaba el beschuit) papi Edu se despidió de la gente del betibrefas (B&B). Salimos a las diez y media, yo no quería salir porque estaba lloviendo bastante y hacía frío, pero¿qué le vamos a hacer? Sería una etapa corta y fácil, sólo diez kilómetros hasta Lanjarón. Y con la lluvia no teníamos ganas de detenernos entonces lo hicimos en tiempo récord. A las 12:30 ya llegamos al pueblo, pero el hotel no iba a abrir hasta las tres. Tenía mucho frío, entonces papi buscaba un bar con terraza cubierta pero no había ni uno en todo el pueblo. De hecho, casi todos los bares estaban cerrados por coriviri y el pueblo parecía un pueblo fantasma.
Otro catástrofe fue que de repente la pantalla del móvil de papi dejó de funcionar. Buhuuuu ¿cómo voy a subir cosas al blog sin móvil? Y ¿cómo vamos a caminar por estos bosques sin GPS? Ese móvil está maldito, te lo juro.
Por fin a las tres pedimos entrar en el hotel. El hotel muy sencillo pero cómodo, y la chica de la recepción más que amable. Hizo una lista con nombres y números de teléfono con bares abiertos y de una tienda de móviles. Obviamente no podíamos llamar pero a las 6 fuimos a la tienda "Más que móviles". El chico de la tienda también super amable; encargamos un móvil que iba a llegar mañana por la mañana. Y ¿qué más se fuera a hacer en un pueblo semiconfinado y sin móvil? Pues mientras papi se dedicaba a lavar toda la ropa y ver la tele, yo dormí y dormí y dormí.
Aquí está el mal tiempo. Ya me extrañaba que no lo mencionaste con lo koukleum que eres!