Después de cuatro semanas en Francia hemos pasado al tercer país en este viaje: Bélgica.

Parece que mi papi se ha puesto las pilas porque salimos bastante temprano de nuestro bonito sitio en el campo, y pasamos bastante tiempo en el coche. Hicimos una parada cerca de la ciudad de Calais, porque mi papi quería comprar un par de quesitos franceses. Pero antes de entrar en el supermercado tuvimos un encuentro curioso con una mujer inglesa (Joan) y su perro (Finn). La mujer estaba viajando sóla (bueno, con Finn pero sin otras personas) y también quería entrar en el súper. Preguntó a mi papi si podía quedarse con Finn unos cinco minutos, y casi antes de que él pudo responder la mujer ya había desaparecido. Por un momento pensaba que ibamos a tener otro compañero de viaje más, porque los cinco minutos fueron diez o casi quince, pero al final la mujer salió del Lidl con sus compras y estaba muy agradecida porque habíamos acompañado a su perro.

Por la tarde hicimos otra parada en la ciudad Dunkerque y exploramos un poco la ciudad. No es muy bonita pero tiene su puerto, la playa y el paseo marítimo y un par de torres bonitas.

Luego seguimos nuestra ruta en coche y tardamos poco en cruzar la frontera a Bélgica. Bueno... frontera... no se veía nada de una frontera, solo me di cuenta que los nombres de las calles vienen en neerlandés en vez de francés. Aquí vamos a pasar la noche en un aparcamiento cerca de un molino. 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
9 + 6 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.