Madre mía, qué calor hace aquí en la costa. Hoy queríamos ver la ciudad de Trieste pero el calor y la humedad eran casi insoportable, entonces decidimos bajar a la playa otra vez. Allí estuve practicando un poco con la natación y dice mi papi que cada vez lo hago mejor, que ya no salpico tanto y me muevo por el agua como un castor. Al final a lo mejor me va a gustar.
Después de un par de horas en la playa volvimos al coche y lo aparcamos en un sitio con sombra, para poder la comida. Mientras papi estuvo preparando su comida llegó un coche de policía, seguido por una cámper con matrícula de Bélgica. Resultó que habían robado en la cámper del tío, y se quedó sin cartera, sin dinero, sin tarjetas y sin pasaporte. Solo se quedó con su móvil pero no tenía ni idea de que también se puede pagar con el móvil. Y por supuesto necesitaba dinero para comer y para dar de beber a su furgoneta. Entonces papi dijo –pues yo tengo más de 200 euros, te puedo dar 200 si me haces una transferencia.–
Pero resulta que hacer una transferencia de una cuenta belga a una cuenta española no era tan fácil. Al final el tío llamó a su hermano que hizo una transferencia, llegó al instante a la cuenta de papi y le dio los doscientos euros.
Después de todo esto seguimos en coche para ver un bonito castillo en la costa ❶. Ya hemos visto muchos castillos pero tengo que decir que éste es muy muy bonito, tiene una ubicación (en la costa) increíble y tiene un parque muy bonito. Solo es una pena que no podía pisar el césped. Bueno, lo pisé de todas formas... un poquito.
Ahora para pasar la noche hemos venido al mismo sitio de ayer. Está bastante cerca del castillo pero para evitar que nos atascamos en unas calles súper estrechas, tuvimos que hacer un desvío bastante largo. Pero merece la pena, aquí estamos muy a gusto.
Añadir nuevo comentario