Una caminata épica hasta la cascada más alta del Reino Unido, barro hasta las orejas, vistas que no vimos y un baño con sorpresa… de miches. Y todo para dormir en un puerto sin encanto, pero con estuario.
aparcamiento (urbano) 🅿️🏙️
Pasé seis días con humanos nuevos, pero papi Edu volvió. Le olí, le lamí… y también lloramos. Porque hay días raros que terminan con abrazos, catarros y mucho amor perruno.
Montañas, curvas y un final inesperado en Molló. Así fue nuestra aventura desde Francia hasta España, con fotos épicas y un descanso junto al punto verde. ¡Una historia que huele a viaje (y más cosas)!
Nieve por todas partes, ramas bloqueando el camino y yo, supervisando desde mi cama. Papi quitó nieve como un loco y cruzamos dos fronteras en un día. ¡Esto sí que fue épico!
Dormimos junto al lago Ohrid en una misteriosa zona de picnic. Exploramos iglesias, ruinas, el castillo de Samuel y el casco antiguo. ¡Vistas épicas, lluvia y aventuras perrunas! 🌟🐾
Hoy os traigo una historia que mezcla paisajes de postal y noches de insomnio, porque, claro, no todo es perfecto en la vida nómada de un perro aventurero como yo. Pero no os preocupéis, que no faltaron risas... ni siestas durante el día.
Viento, frío y monumentos soviéticos en un día lleno de sorpresas. Desde Gabrovo hasta Shipka, una aventura que nos llevó hasta el aparcamiento más tranquilo, ¡y mañana volveremos a por Buzludzha!
De charcos y barro a monumentos colosales. La Casa de la Prensa nos impresionó, el Palacio del Parlamento nos rodeó, y el casco antiguo nos encantó. ¿Y la noche? Un lugar inesperado.
Exploramos Timisoara y sus tres plazas llenas de historia y colores vibrantes. Caminamos sin parar entre catedrales y edificios barrocos. Un día increíble, aunque terminaré en mi canasta en vez de en la cama grande.
De niños rumanos cantando en español a un rescate en aeropuerto, pasando por lavadoras. ¡La vida en cámper (casi) nunca es aburrida!
Dejamos Escandinavia cruzando el Báltico en barco, con vistas espectaculares. En Tallinn exploramos dos monumentos opuestos: uno solemne y otro soviético, decadente y abandonado. Y por la noche... mi títo Javi se une a la manada.