Sevilla - Utrera

Ya ha comenzado nuestra nueva aventura. Los últimos días, o mejor dicho las últimas semanas, mi papi ha estado muy liado con las pequeñas y grandes reformas de la cámper pero dice que ahora todo está perfecto. O casi, porque siempre quedan cosas que se pueden mejorar. El sábado pasado ya nos despedimos de todos mis titos y titas de Sevilla en una maravillosa fiesta de despedida (con regalitos de cumple para mi papi y regalitos para mí también)- Hoy todavia estaba mi tito Antonio de Málaga . Digo el de Málaga porque tengo otro tito Antonio, el de Barendrecht en Holanda, el hermano de mi papi). Nos ayudó mucho cargando en la cámper todos los trastos que tenemos que llevar en este viaje. La verdad es que la mayor parte del equipaje es de mi papi. Yo solo llevo mi cama con unas mantas, mis chuches, mi comida (el pienso asqueroso) y, muy importante, mis juguetes (los patipollos, unas cuantas pelotas, los monos y quizás algún peluche más).
Después de despedirnos de tito Antonio nos pusimos en marcha. No hacía falta salir muy temprano porque, como ya se está convirtiendo en una tradición, solo hemos venido a Utrera donde vamos a dormir en el mini-camping de mi tita Ángela y tito James. Llegamos justo antes de la comida (a las 7, hora holandesa para comer). Mi papi dice que la comida que preparó tito James estaba buenísima, pero no he podido comprobarlo porque no me dio nada de nada, ni un poquito para probar.