Ayer pasó algo rarísimo: ¡no dormimos en la cámper! Por primera vez en dos meses. En serio, me costó procesarlo. Subimos a un ferry muy chulo en Kapellskär (Suecia) y navegamos toda la noche hasta Naantali (Finlandia). El barco era enorme y muy bonito, con moqueta suave para mis patitas y pasillos infinitos que olían a mil cosas diferentes. Dormimos bastante bien, aunque... a las 6:30 de la mañana ya estábamos desembarcando. ¡Y eso que en hora sueca eran solo las 5:30! ¿Estamos locos o qué? ¡A esa hora ni los pájaros se han tomado el café!
Como estábamos medio zombis, mi papi Edu condujo una hora hasta un aparcamiento en un bosque precioso, junto a un lago. Un sitio mágico: árboles altos, silencio total y un suelo blandito ideal para echarse siestas perrunas. Pasamos toda la mañana allí: dormimos otra vez, dimos paseos sin prisa, comimos tranquilos... puro relax. Vamos, lo que se dice vivir bien.
Después de la siesta (obligatoria, por supuesto), seguimos ruta hacia el este, dirección Helsinki. Por el camino paramos en un centro comercial para hacer compras y poner una lavadora. Y ahí vimos algo que me dejó el hocico torcido: ¡jaulas para perros fuera del supermercado! De verdad. Jaulas, con puerta y candado, para que los humanos guarden a su perro mientras hacen la compra. ¡Como si fuéramos bicis! No sé a quién se le ocurrió eso, pero yo desde luego ahí no entro. ¡Que soy perro, no maleta!
Después de ese descubrimiento tan raro, seguimos por carreteras finlandesas llenas de árboles, curvas suaves y carteles con palabras imposibles de pronunciar. Al final del día encontramos otro sitio junto a un lago (¡sorpresa!), a unos 50 kilómetros de Helsinki. Y allí, justo al lado del aparcamiento... vimos una cosa curiosísima.
Unas estructuras de acero inoxidable enormes, como fregaderos gigantes al aire libre. Brillaban con la luz del atardecer y parecían sacadas de una peli de ciencia ficción. No había nadie usándolos, así que no sabemos para qué sirven. No parecen para lavar pescado. ¿Para limpiar botas? ¿O para bañar niños muy sucios? ¡Ni idea! Mañana investigaremos. Yo tengo mis teorías... pero por ahora, es un misterio finlandés.
Primer día en Finlandia: aprobado con nota. Bosques, lagos, siestas y cosas raras de humanos. ¡Esto se pone interesante!
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