Sin museos ni playas ni prisas: solo bosque secreto, siesta sobre ruedas y un canal antiguo que nos esperaba sin saberlo. ¿Quién dijo que “no hacer nada” no da aventuras?
Normandía
Dormimos como piedras, huimos de los museos y seguimos el instinto del hocico: compras, carretera sin destino y un prado escondido junto a un pueblo diminuto. ¿Adivinas dónde acabé marcando territorio?
Playas donde rugió la guerra, bunkers tragados por la arena, un museo que casi le explota la cabeza a papi y un final en un prado vacío digno de rey peludo. ¿Te vienes a oler historia conmigo?
Amanecí navegando, hice pis al lado del “baño canino”, conocí collies internacionales y papi devoró media carta del ferry. Llegamos a Cherbourg sin gasoil y acabamos durmiendo entre autocaravanas francesas.
Hoy solo podemos poner una o dos fotos porque no hemos visitado ninguna cosa. Salimos del camping y luego era coche, coche, coche, ¡buah! Bueno, al menos a mí me parece que hemos ido todo el día en
Qué día más completo. Habíamos pernoctado entre decenas de autocaravanas en el área de autocaravanas de Dives-sur-Mer. Para empezar el día fuimos en coche a un pueblo no muy lejos, Honfleur, que dicen