Dag 146

Geluidsbestand

¡Vaya día movidito, amigos peludos y humanos curiosos! Hoy os voy a contar las peripecias que vivimos en Tskaltubo y Kutaisi, dos lugares que no se olvidan fácilmente, ¡así que atentos!

Primero, dejadme que os hable de Tskaltubo. Pasamos la noche cerca de aquél pueblo donde ayer vimos un hotel abandonado. ¿Y sabéis qué? En este lugar hay más ruinas que en la última película de Indiana Jones. Así que antes de partir hacia Kutaisi, hicimos una parada en otro hotel en ruinas con una fachada tan impresionante que parecía que había salido de una peli de terror. El interior no estaba a la altura, pero valió la pena la visita.

Después nos subimos al coche y pusimos rumbo a Kutaisi, la segunda ciudad de Georgia. En las afueras de la ciudad encontramos un edificio del Parlamento de Georgia abandonado, y seguro que estáis pensando : "Chuly, ¿por qué está abandonado?". Pues bien, eso es un misterio que solo los expertos en historia pueden resolver.

Una vez en Kutaisi aparcamos cerca de la Catedral de Bagrati. Papi Edu y tito Joan decidieron aventurarse dentro de la catedral, mientras yo preferí quedarme afuera tomando el sol y vigilando la zona. ¡Soy el guardián no oficial de los monumentos!

Bajamos al centro y lo recorrimos a pie. Visitamos varios lugares interesantes como el teatro Meshkhisvili (donde no actué, a pesar de mis habilidades caninas), la Fuente Col-chis (lamentablemente, no era fuente de snacks para perros), el parque de Kutaisi (mi lugar favorito, con más olores que una tienda de golosinas para nosotros), el Ayuntamiento de Kutaisi, el Puente Blanco (que no es apto para mis patas), el Teleférico (no subí en él, no soy tan aventurero), y el Bazar Verde (no encontré huesos verdes, pero hubiera sido divertido).

Después de tanto ajetreo estábamos exhaustos, pero aún nos quedaba algo de energía para visitar la Sinagoga de Kutaisi (no muy emocionante: y otra iglesia llamada el Templo de la Santa Anunciación. Finalmente volvimos al coche, que estaba en lo alto de la colina, junto a la Catedral de Bagrati. Tocó subir la cuesta a pie.

Nuestra aventura nos llevó al aeropuerto de Kutaisi, donde no entramos por ahora. Encontramos un lugar para dormir en un aeropuerto militar abandonado, ¡sí, de esos lugares donde podían aterrizar aviones de combate! Es una vista curiosa, con nuestra cámper estacionada en una pista de hormigón que parece estar esperando un avión de combate en cualquier momento. Sin embargo, estamos tranquilos y listos para disfrutar de una buena noche de sueño.

Joan

Súper días ❤️

Chuly

A mi también me han gustado. Ya te echo de menos. Y mi papi también.

Reactie toevoegen

CAPTCHA
13 + 3 =
Los deze eenvoudige rekenoefening op en voer het resultaat in. Bijvoorbeeld: voor 1+3, voer 4 in.
Deze vraag is om te controleren dat u een mens bent, om geautomatiseerde invoer (spam) te voorkomen.