Exploramos el Lost Valley, casi llegamos al final, pero dimos la vuelta justo antes de quedarnos sin patas. Intenté cruzar un río a mi aire, pero acabé en brazos de una señora. ¡Qué día de aventuras en Glencoe!
in de vrije natuur
Del castillo con coches antiguos al coliseo sin romanos, pasando por hamburguesas bajo la lluvia, fans indios con canal de YouTube y miches con hambre. Hoy Escocia nos ha dado de todo… menos sol.
De rodillas para pagar el parking, caballos de acero brillando al sol y un camarero que me ofreció agua nada más verme... ¡y eso que el castillo no dejaba entrar perros!
Sol, menhires, una ducha al aire libre y cuevas llenas de piedras mágicas... hasta que los midges atacaron. ¡Huida en coche y final feliz junto al mar sin bichos!
Ni castillos ni gaitas: nuestra entrada en Escocia fue discreta. Lluvia, barro, una manguera milagrosa… y una batalla campal contra bichos del infierno.
Na al die steden waren we toe aan rust. Die vonden we bij een meer waar je niet eens mocht zwemmen, een dutje op een parkeerplaats langs de snelweg, en een beekje met een rustgevend gespetter.
Vandaag was het intensief toerisme: straten die naar wafels ruiken, selfies bij de vleet en dorpjes zo mooi dat je bijna een boete krijgt voor ademhalen. We skipten Mulhouse, dribbelden door Eguisheim, verzamelden gevels in Colmar en vielen in slaap aan de Rijn, ik met m’n snuit in Frankrijk en m’n staart in Duitsland.
Hoy la aventura empezó antes de arrancar bien el motor: ramas a la cara, barro hasta las ruedas y un camino tan estrecho que casi salimos en versión exprimida. Pero el destino final: paz, campo y ninguna señal de humanos. Planazo.
Vi glaciares sin frío, me mojé las patas en un lago y sobreviví a una granizada con sonido de guerra. Por suerte, terminamos el día en un mirador de cuento, sin humanos a la vista.
Hoy huimos de la lluvia, casi hacemos senderismo, casi nos volamos en un lago y casi dormimos donde no se puede. Pero oye, lo importante es que casi todo salió bien.
Vandaag doorkruisten we half Frankrijk, mislukte een wandeling door de regen, bekeken we het beroemde viaduct van Millau van bovenaf en sliepen we naast een menhir en een Christusbeeld – als echte devote Galliërs.
Viaje caro en autopista italiana, pero llegamos a Exilles: calles minúsculas, río bonito y una fortaleza de cuento. Eso sí, el frío aquí te deja tieso hasta los bigotes.