Villanueva de Cauche - Riogordo

Hoy ha sido un día un poco raro. Cosas buenas, cosas no tan buenas pero total... inolvidable.
Para empezar... cuando salimos del hotel ya volvemos al año 2020, no hizo falta ninguna frase mágica. ¿Curioso, eh?
No he visto fantasmas pero lo que sí había pasado es que me había puesto todo blanco salvo mi cabeza, mira la foto. Jajaja no, es broma. Era otro perrito que encontramos en el camino. Se acercaron a nosotros, éste llevaba un cuerno de una cabra en la boca y el otro desapareció tan pronto como había aparecido. Soltó el cuerno y vino a caminar con nosotros. Se veía que estaba muy acostumbrado a vivir en el campo. Todo el tiempo estaba buscando conejos y sabía encontrar todos los huecos en las vallas que teníamos que pasar, donde papi tenía que ayudarme a mi a pasarlas.
La subida a la cima fue muy muy inclinada y bonita pero el sendero no existía y buscamos la ruta por las densa vegetación con muchas espinas. El otro perrito se quedó allí en la cima porque aquella valla no tenía aperturas.
Lo mismo ocurrió bajando al otro lado de la montaña aunque el pendiente no era tan fuerte. Pero íbamos bastante lento, también porque teníamos que saltar muchas vallas.
Cuando salimos de todo esto comenzó a hacer muchísimo viento.
Detrás de una casa vacía, al sotavento, descansamos y comimos un buen rato. Luego caminamos más de una hora por una carretera; no había mucho tráfico pero ya sabéis que no me gusta nada.
No llegamos al pueblo Riogordo porque para seguir con la etapa de mañana sería ir y venir desde el mismo punto y de todas formas en el pueblo no hay sitio donde me dejen pernoctar. Entonces seguimos ya un par de kilómetros por la etapa de mañana. El viento era horroroso pero aquí hay muchas casas rurales que ahora están cerradas; logramos entrar en el jardín de una de ellas para ver si podíamos dormir aquí. La verdad es que no está nada mal. No podemos entrar en la casa pero hay piscina (mi papi se bañó un par de segundos pero dice que el agua está helada), una cocina exterior, y un baño al lado de esta cocina donde vamos a dormir en el suelo. No es ningún lujo pero hay agua, luz, enchufes y estamos más o menos calentitos. Bueno, a ver si nos dejan en paz está noche o si viene el dueño de la casa con una escopeta. Bueno, le diremos que somos okupas y que tienen que hablar con nuestro abogado, jijiji.