Después de dos días fantásticos ya hemos salido del camping de finca Ángela para continuar nuestro viaje hacia el este. Pero no salimos nada temprano. Mi papi se entretuvo bastante tiempo hablando con todo el mundo, mientras yo jugaba con los niños de la cámper de al lado. Al despedirnos de Ángela nos dio una bolsa que ponía "Edu + Chuly", creo que esto es lo que en inglés se llama doggy bag, entonces será todo para mí, ¿no?
Después de conducir un par de horas paramos para ver lo que había en la bolsa. Ñam ñam, ¡era comida como la de anoche, la rijsttafel! Había unas seis bandejas con diferentes tipos de comida, pero ¿sabes que hizo mi papi? Me dijo que no es buena para mí y mientras él se comía esta comida tan buena yo tuve que comer mi asqueroso pienso de siempre. ¡Buah!
Después del descanso seguimos un par de horas más, hasta un sitio que ya conocía: es este tipo de embalse o depósito cerca de El Chorro, por donde pasamos en nuestra caminata por el GR7 hace un año y medio. Primero queríamos quedarnos al lado del dique de hormigón pero a mí no me gustaba porque había cabras dando por culo y a mi papi no le gustaba porque no le funcionaba su móvil. Entonces nos desplazamos hasta un sitio al borde del abismo, con unas vistas espectaculares. Al principio pasaba bastante gente pero al atardecer nos quedamos a solas. Solo quedó otro perro, grande y rubio, que se quedó allí toda la noche para vigilar nuestro sitio. Qué noble, ¿no?
Jajaja Jajaja Jajaja Jajaja Jajaja Jajaja Jajaja. No te gustan las cabras, Chuly.