La Garriga - Aiguafreda

Como si la caminata por Barcelona de ayer no fuera suficiente, hoy hemos hecho un sendero de unos diez kilómetros. El principio del sendero estaba casi al lado de donde dormimos, en La Garriga. Enfrente del polígono industrial hay unas ruinas romanas y allí comenzó nuestra ruta. Pero no antes de hacer una visita a las ruinas, que son bastante chulas. No fue un pueblo como Itálica sino una sola casa. Incluso tiene una puerta especial para perritos.
Ah, vaya. Ahora mi papi me dice que a lo mejor fuera otra cosa.
El sendero que hicimos luego me gustó mucho. Primero pasamos por un bosque que está dentro de un tipo de cañón, como el Gran Cañón. Tendremos que volver en 50 millones de años para ver si se habrá hecho más profundo. Luego paseamos por el campo, por caminos rurales. Había muchas ovejas pero una tonta se había quedado fuera de la valla. El punto más lejano fue el pueblo Samalús, con una pequeña y bonita iglesia y poco más.
De vuelto al punto de partido cogimos el coche, pero solo para desplazarnos unos cientos de metros hasta un pequeño bosque al lado del ferrocarril, donde hicimos nuestro descanso de mediodía. Si no fuera por los trenes, podríamos habernos quedado allí para pernoctar, pero por la tarde fuimos otra vez en coche y hemos llegado hasta aquí, donde vamos a dormir. Es un sitio en plena naturaleza. A veces pasaban otros perros con sus amos pero es muy bonito y tranquilo. Aunque los fantasmas que se escuchan en el bosque me dan un poco de miedo. O, ¿son pájaros?