Día 123

Molde - Averøy

Geluidsbestand

¡Buf! Después de haber subido ayer más de tres mil escalones en la escalera de Midsund, hoy nos lo tomamos con calma. Salimos tarde de donde habíamos dormido, y al poco rato hicimos una parada técnica en un Rema 1000 de Molde para llenar la despensa (¡yo supervisé todo!). Luego nos subimos de nuevo al coche y pusimos rumbo al aparcamiento del Trollkyrkja.

El aparcamiento era gigantesco, lleno de campers y autocaravanas de todos los tamaños, y aunque había que pagar con una aplicación, para usarla pedían un número de identidad noruego que no tenemos, así que, como todo el mundo, aparcamos igual. ¡Había ambientazo!

Sin perder tiempo nos pusimos a caminar. El sendero al Trollkyrkja empieza fácil, entre árboles, como si fueras paseando por un bosque de cuentos. Pero poco a poco se pone más movidito: subidas, piedras mojadas, resbalones controlados... ¡Toda una aventura para mis patas ágiles! El recorrido son unos 3,5 kilómetros ida y vuelta, pero hay que currárselo.

Cuando llegamos, la entrada de la cueva nos llamó la atención. Dentro, un río se esconde bajo tierra y aparece formando una cascada mágica. No teníamos una linterna grande, así que no nos metimos demasiado, pero aún así hicimos fotos chulas y selfies aventureros.

Luego volvimos trotando hasta el coche y seguimos ruta hacia Vervang, donde empieza la famosa Carretera Atlántica (Atlanterhavsveien). ¡Qué pasada! Una carretera que conecta islotes saltando de puente en puente, sobre un mar que parece que se va a tragar el coche en cada curva.

Peeeero... también fue donde vimos más hiperturismo que en todo Noruega. Cada rincón para dormir estaba ocupado, y había campers que se plantaban solas en espacios donde cabrían tres. ¡Qué acaparadores!

A nosotros nos va más la tranquilidad, así que cruzamos de nuevo a tierra firme y nos internamos por una carretera de grava, entre bosques espesos. Y allí, como un premio para aventureros de verdad, encontramos un aparcamiento vacío en medio de la nada. Solo nosotros, los árboles y el canto de algún pájaro lejano.

Esta noche dormimos como auténticos exploradores, rodeados de bosque y silencio. ¡Así sí!

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
1 + 0 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.