Día 274

Audio file

Habíamos pasado la noche en un lugar que, os lo digo en serio, podría competir con Noruega, pero sin fiordos ni trolls. Eso sí, la tranquilidad del sitio no garantizó un sueño reparador. A ver, lo admito: yo tuve que salir varias veces por cuestiones de primera necesidad, es decir, mis pipís y popós, porque no soy de esos que lo dejan todo para la mañana. ¡Las cosas importantes no esperan! Y mi papi, bueno, digamos que tampoco lograba coger el sueño. ¡Menuda nochecita!

Aun así, nos pusimos en marcha rumbo a Ohrid, esa ciudad famosa por su lago y su historia. Decidimos ir por una carretera más pequeñita, ideal para cantar “Sobreviviré” en cada curva. Pero, ¡zasca!, estaba cerrada de noviembre a marzo. Resulta que pasa por una montaña que, en invierno, debe parecer un helado de nata. Así que no quedó otra que volver a la carretera principal, unos 60 kilómetros hasta Ohrid. El camino era igual de largo, pero la otra ruta, en verano, seguro que es más fotogénica. Ya me imagino las fotos que me haría mi papi: “Chuly, conquistador de cumbres balcánicas”.

Cuando llegamos a Ohrid, ambos teníamos más cara de “necesitamos una cama” que de “vamos a conquistar el mundo”. La ciudad, vista desde el coche, parecía bastante más desarrollada que Bitola, que visitamos ayer, aunque igual con su puntito de desorden encantador. Decidimos no forzarnos y buscamos un lugar para aparcar la cámper que fuera bonito, tranquilo y, si podía ser, que no oliera demasiado a humanos. Encontramos un sitio curioso, como un camping abandonado o un área de picnic perdida en el tiempo. No hay duchas ni lujos, pero sí silencio y un airecillo fresco que promete mejores sueños esta noche.

Mañana, si conseguimos dormir más que un par de horas, exploraremos Ohrid con ganas renovadas. Yo ya estoy practicando mis poses para las fotos. ¡El lago no sabrá lo que le espera! Mientras tanto, me quedo descansando y soñando con huesos gigantes y carreteras abiertas todo el año.

Joan

Súper

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
6 + 4 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.