Vimos lujo de mapache, poesía con falda y una ducha sin presión. Yo esperaba una pelota, pero solo cayó pienso y lluvia fina. ¿Escocia? Más bien Escurcia.
🇬🇧 Reino Unido
Nos despertamos tardísimo, cruzamos moors lluviosos y sacamos libras a precio de oro solo para unas patatas sin pescado. Al final, ferry movidito, lluvia escocesa y noche misteriosa en la isla invisible.
Sol, menhires, una ducha al aire libre y cuevas llenas de piedras mágicas... hasta que los midges atacaron. ¡Huida en coche y final feliz junto al mar sin bichos!
Entre un castillo donde jugué a ser Sir Chuly y un valle con río resbaladizo, lo pasamos de lujo... hasta que decidí que la subida no era para mí. Menos mal que el ferry no se escapó.
Me quedé hipnotizado viendo veleros subir por una escalera de agua, visité un coliseo sin leones y descubrí que Drácula también construía iglesias. Dormimos sin vistas, pero sin miches.
Hoy casi nos vamos al agua… ¡pero con ruedas! Visitamos la noria de barcos más loca de Escocia, los caballos gigantes de metal y aprendimos que si lees ‘MO7S’ en el suelo, ¡vas por el carril equivocado!
Un día sin castillos ni piedras mágicas, pero con barro, lavadoras, ruidos raros… ¡y una sorpresa en el aeropuerto que me hizo saltar de alegría con las patas al aire!
De rodillas para pagar el parking, caballos de acero brillando al sol y un camarero que me ofreció agua nada más verme... ¡y eso que el castillo no dejaba entrar perros!
Del castillo con coches antiguos al coliseo sin romanos, pasando por hamburguesas bajo la lluvia, fans indios con canal de YouTube y miches con hambre. Hoy Escocia nos ha dado de todo… menos sol.
Exploramos el Lost Valley, casi llegamos al final, pero dimos la vuelta justo antes de quedarnos sin patas. Intenté cruzar un río a mi aire, pero acabé en brazos de una señora. ¡Qué día de aventuras en Glencoe!
Quise cruzar el río para seguir a Papi Edu, pero casi me lleva la corriente. Visitamos la catarata Steall, el viaducto de Glenfinnan y preparamos la despedida de Tito Joan.
Hoy despedimos a Tito Joan, hicimos un simpa del parking del aeropuerto y terminamos el día caminando sobre el mar hacia la isla de Cramond. Ah, y también me mojé las patas.