Papi se va a nadar con Tito Antonio y yo me quedo en el sofá... ¡pero vuelve con pelotas nuevas! Paseo con lago, molino holandés y selfie incluido. Dormimos en la camper, como toca.
Teaser (Chuly's stem, 200 tekens): Douchen in het wild? Mislukt. Snelweg vol vrachtwagens? Check. Vee op het dijkpad? Spannend. Maar hé: knuffels, familie en slapen voor de deur in Barendrecht. Hallo Nederland!
Dormimos mal pero cruzamos media Alemania entre parones y carreteras chungas, y acabamos en un bosque tranquilo al borde de Holanda. Sin queso hoy, pero con paseo y silencio.
Hoy hubo viñedos, abrazos alemanes, una garrapata traicionera y un señor que hablaba más que un loro con café. Pero al final, bosque tranquilo y patas al aire. Día completito.
Dormimos con banda sonora de cascada, descubrimos un castillo sin turistas, corrimos entre rocas mágicas y cruzamos a Alemania con queso de contrabando. Y todo sin perder el rabo.
Na al die steden waren we toe aan rust. Die vonden we bij een meer waar je niet eens mocht zwemmen, een dutje op een parkeerplaats langs de snelweg, en een beekje met een rustgevend gespetter.
Vandaag was het intensief toerisme: straten die naar wafels ruiken, selfies bij de vleet en dorpjes zo mooi dat je bijna een boete krijgt voor ademhalen. We skipten Mulhouse, dribbelden door Eguisheim, verzamelden gevels in Colmar en vielen in slaap aan de Rijn, ik met m’n snuit in Frankrijk en m’n staart in Duitsland.
Tussen stadsmuren, Franse terrassen en meren vol bordjes met “niets aanraken”, was het vandaag een vrijdag voor ontdekkingsreizigers. En ja, de leeuw van Belfort blafte niet naar me. Wat een lafaard.
Hoy la aventura empezó antes de arrancar bien el motor: ramas a la cara, barro hasta las ruedas y un camino tan estrecho que casi salimos en versión exprimida. Pero el destino final: paz, campo y ninguna señal de humanos. Planazo.
Vi glaciares sin frío, me mojé las patas en un lago y sobreviví a una granizada con sonido de guerra. Por suerte, terminamos el día en un mirador de cuento, sin humanos a la vista.
Hoy nos levantamos con sol, pasamos por pueblos con y sin encanto, subimos por un sendero histórico, y acabamos en un rincón escondido con vistas de postal.
Subimos el Charmant Som como dos cabras con prisa. Casi no llegamos antes del anochecer, pero hicimos cumbre, selfies y bajamos corriendo. ¡Día épico en la Chartreuse!