Día 122

1 vídeos
🌋 Volcán Vayots Sar 🇦🇲 Armenia
Audio file

Hoy hemos subido a otro volcán, y hemos puesto a prueba las capacidades mecánicas del coche, la habilidad como conductor de mi papi, y mis nervios.
Por la mañana todo estaba bien. Nuestros amigos armenios ya estaban en marcha y preparando la comida. Insistieron que nos quedásemos a comer, lo cual a mi no me habría importado pero mi papi quería salir para comenzar nuestra excursión. Hasta el pueblo Karmrashen fuimos por carreteras asfaltadas, y allí nos metimos en el campo, con el coche quiero decir. Subimos y subimos y el camino era cada vez más empinado según nos acercamos al cráter del volcán Vayots Sar. Además era súper estrecho con zanjas por todas partes y a la derecha, es decir a mi lado, había un abismo súper profundo. Pero esta vez también llegamos sanos y salvos al borde del cráter. De allí se puede dar una vuelta entera alrededor del cráter. El coche tenía mucho calor, entonces lo dejamos descansar y enfriar mientras caminaba con mi papi por el borde. Este volcán es un poco más bajo que el del otro día (un poco menos de 2600 metros) pero el cráter es más grande y más profundo. Y no hay ninguna ermita ni un merendero.
Durante la bajada en coche mi papi tenía el abismo a su lado, pero creo que no le impresiona tanto como a mi. Solo se puso un poco nervioso cuando el coche se apagó cuando el poco combustible que quedaba en el deposito no llegaba al motor, débido al fuerte pendiente.
Quedó claro que era hora para repostar, que hicimos en el pueblo Vayk. Allí mi papi también visitó la tienda de MTS Vivacell, la compañía de telefonía, porque anoche de repente la conexión de datos dejó de funcionar. La solución era sencilla - había que registrar la tarjeta con el pasaporte - pero tardó un rato porque las dos chicas se liaban con todos los nombres y apellidos de mi papi. Luego hizo compras en un supermercado estupendo y salimos del pueblo para buscar un sitio para comer y descansar. Encontramos un lugar tranquilo al lado de un pequeño río. Pero madre mía, qué calor hacía allí. Entonces después de comer salimos otra vez para subir a la pequeña ciudad de Jermuk. Aquí es más fresquíto y hay un merendero estupendo, con sombra, bonitas vistas al valle, un manantial y mesas de pic-nic. Y todo esto lo tenemos para nosotros solos, porque aquí no hay nadie más. De hecho - es tan agradable que quizás nos quedemos aquí dos noches. Por fin, un día de descanso.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
1 + 7 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.