Después de apenas una semana de viaje desde Sevilla hasta Berga, en la provincia de Barcelona, nos tomamos un merecido descanso que duró casi un mes y medio. Aterrizamos en la guarida de mi títo Joan y su madre, la maravillosa Yaya, ¡y qué fiesta montamos! Entre escapadas a la casita playera en Cubellas y exploraciones por Barcelona, ¡no paramos ni un día!
Mientras mi títo Joan deslumbraba en su peluquería, mi papi se dedicaba a hacer malabares con el coche. Primero, ¡la ITV fue un juego de niños comparado con la odisea de Sevilla! Luego se llevó el coche a un taller en Manresa para deshacerse del bollo en la puerta causado por la rusa gorda, fea y tonta en Bulgaria! Y ahora, con la puerta recién pintada, mi papi decidió darle un giro de 360 grados al coche. ¡El resultado fue un cambio de look tan espectacular que ahora parece un vehículo de autoridades forestales en vez de un patrullero blanco! Además combatió una fuga de aceite como si fuera un auténtico guerrero del desierto. Bueno, en realidad lo hicieron en nuestro taller de confianza, Sahara 4x4 en Santpedor!
Resulta que mi papi tuvo que ir a la butaca del dentista en Berga para montarse su puente, ¡y eso que lo tenían listo en Sevilla! Pero bueno, con el reloj corriendo, en Sevilla no había tiempo ni pa' respirar.
Y entre tanto ajetreo, ¡hemos celebrado cumpleaños por todo lo alto! Desde el 90 de la Yaya hasta el 53 de mi papi, ¡he sido el alma de la fiesta!
Ahora, con las pilas recargadas y la adrenalina a tope, ¡estamos listos para seguir con nuestras locuras sobre ruedas! ¡Que empiece el espectáculo!
Me encanta