Doberdò del Lago - Palmanova - Povici

Hoy os cuento nuestra aventura navideña. Nos despertamos tarde, porque, oye, ¡es Navidad! Sobre las doce, mi papi y yo nos dirigimos a Palmanova, una ciudad italiana con forma de estrella de nueve puntas. Paseamos por sus puertas monumentales, la plaza central y una iglesia preciosa. Aunque todo estaba cerrado por ser Navidad, la ciudad tenía un encanto especial.

Después, nos dirigimos al Parque Natural de los Prealpes Julianos. El frío nos recibió con los brazos abiertos, y la nieve cubría algunos rincones, recordándonos que estábamos en las alturas. Nuestra primera parada fue en el pueblo de Povici, donde hay dos aparcamientos recomendados en Park4night. El primero estaba completamente nevado y tenía una inclinación que no nos permitió nivelar bien la cámper. Dejamos el coche allí un rato y aprovechamos la última luz del día para explorar. Nos dimos un paseo de media hora (o un poquito más) para inspeccionar el segundo sitio. El paseo fue genial: nieve, tranquilidad y ese aire puro que se siente como un regalo navideño para los pulmones.

El segundo lugar nos ganó por completo. Un rincón perfecto junto a un río, tranquilo y rodeado de naturaleza. Aquí nos instalamos, disfrutando del silencio y la paz que solo estos sitios pueden ofrecer. Ah, y no puedo olvidar mi momento estelar del día: ¡jugué como loco con mi pelota nueva en el primer aparcamiento! Me sentí como un cachorro redescubriendo la diversión. Mi papi no podía parar de reír al verme correr de un lado a otro, como si la nieve y mi nueva pelota fueran lo único importante en el mundo.

Por cierto, papi, como siempre, no paró de hacer magia. Ajustó un poco la calefacción de la cámper, que ya iba bien, pero ahora está tan calentita que parece el refugio más acogedor de todo el parque. Así terminamos el día: calentitos, tranquilos y listos para pasar una noche especial bajo las estrellas de los Prealpes Julianos. ¡Esta Navidad no podía ser más perfecta!