Día 11

Michelbach - Eguisheim - Colmar - Mackenheim

3 vídeos
Recorriendo Rue des Remparts 🐾 en Eguisheim 🇫🇷 Francia
Eguisheim 🇫🇷 Francia
Colmar 🇫🇷 Francia
Geluidsbestand
253

Por la mañana nos quedamos fritos. Tanto, que una de las otras autocaravanas ya se había pirado cuando abrimos un ojo. La nuestra seguía allí, claro, que sin chófer no va a ningún sitio. Salimos sin prisa, porque total, hoy no teníamos ninguna misión galáctica, solo llenar el depósito de agua. Fuimos a Hartmannswiller (que suena a nombre de villano de película) y allí nos enchufamos a una fuente para llenar el tanque. Operación completada sin bajas.

Sobre ruedas decidimos que hoy Mulhouse no nos apetecía. Según papi Edu, no merece mucho la pena, y si no hay croquetas ni pelotas gigantes, yo paso. Así que cambiamos de rumbo hacia Eguisheim, que sale en todas las listas como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Pues nada, allá fuimos con la camper, tan contentos… hasta que empezamos a ver señales por todas partes: “Prohibido autocaravanas”, “No pasar”, “Ni se te ocurra”, “Vuelve por donde has venido”. Lo curioso es que todas eran contra autocaravanas, no contra campers 4x4 que parecen Transformers.

Nos metimos igual. Total, si no querían que pasáramos, que hubieran puesto señales con nuestra foto. Aparcamos en las afueras, a cinco minutos a pata, en un sitio que también tenía señales de “prohibido”, pero como no ladraban, nos hicimos los suecos.

Y madre mía, la que había liada. Turistas por todas partes, calles llenas, colas para hacerse selfies con cualquier cosa. El pueblo, eso sí, bonito. Fachadas de colores, ventanas con geranios en modo competición, callejones de cuento y suelo de adoquines (nivel tortura para patitas pequeñas). Eso sí, todo olía a mezcla entre gofres, patatas fritas y pies sudados. Las tiendas todas vendían lo mismo: imanes, sombreros, jabones y vino. Un castigo para el olfato canino.

Hay una calle circular llamada Rue des Remparts que te hace dar la vuelta al pueblo sin darte cuenta. Yo creo que los humanos ni lo notan, pero yo sí: a la tercera vuelta ya sabía que ese arbusto no era nuevo.

Cuando decidimos que ya era suficiente, huimos. Literalmente. Salimos del pueblo como si nos persiguiera una excursión de jubilados con cámaras. Paramos en Bettelsheim, mucho más tranquilo, y comimos en la camper mientras caía una llovizna flojita. Perfecta para no mojarse pero justificar quedarse dentro.

Y como por arte de magia, justo cuando acabamos de comer, paró de llover. ¡Sincronía perfecta! Entonces nos pusimos rumbo a Colmar. Por el camino hubo parada técnica en un par de templos sagrados de papi Edu: tiendas de bricolaje y su supermercado preferido, que para mí son tan emocionantes como una siesta.

Aparcamos en las afueras de Colmar, pero en diez minutos estábamos en el centro. Y Colmar… pues sí que es bonito. Casas de colores, canales, flores por todas partes, rincones de postal y hasta una zona llamada la Petite Venise. Yo no vi góndolas ni pizzas, pero bueno. También vimos el Collégiale Saint-Martin, unas plazas muy elegantes y un ambientillo menos agobiante que por la mañana. Más turistas, sí, pero la ciudad es más grande y se respira mejor.

Después de hacernos mil fotos y posar como influencers de camper peluda, volvimos al coche para buscar sitio de dormir. El primero no nos convenció. El segundo tampoco. El tercero menos. Y al final… Google decidió que era buena idea cruzar a Alemania. Tal cual. El navegador dijo: “Siguiente a la derecha... y estamos en otro país”.

Pero como no era el plan, dimos media vuelta y volvimos a Francia. Ahora estamos bien refugiados junto al Rin, que aquí parece un río de verdad, no un charco. Frente a nosotros, Alemania. Detrás, Francia. Y entre medias, nosotros, cenando tranquilos con vistas internacionales. Aquí nos quedamos a dormir, yo con el hocico en Francia y el rabo en Alemania.Solo espero que mañana no venga un aduanero a preguntarme si llevo salchichas sin declarar.

Joan

Joan

Que maravilla, gracias por compartirlo.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
3 + 8 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.