Día 65

Chastreix - Puy de Sancy - Murol

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🐾 Subiendo al ⛰️ Puy de Sancy 🇫🇷 Francia
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¡Despertar en un lugar tan increíble como este es como recibir un abrazo de la naturaleza, pandilla! Hoy, nos levantamos con el sol para enfrentarnos a una aventura que nos llevaría a lo más alto: ¡el Puy de Sancy, el coloso de los volcanes franceses! ¡1886 metros de pura emoción esperaban por nosotros!

La ruta, un desafío que nos hacía temblar de anticipación: ¡4 km de pura diversión y más de 400 metros de ascenso! Pero, ¿qué son unos cuantos metros cuando tienes ganas de conquistar el mundo?

¡Ah, la improvisación, esa compañera fiel de los aventureros! Cambiamos de ruta al inicio, como unos auténticos exploradores, porque, bueno, resulta que los peludos como yo no estamos invitados en la reserva natural. ¡Pero el GR-30 nos recibió con los brazos abiertos y continuamos nuestra travesía sin problemas!

¿Tele-arrastres obsoletos? ¡Vaya hallazgo! Aunque faltaran cables, ¡nos llevaron directo hacia las nubes! ¡Quién necesita tecnología de punta cuando tienes la fuerza de voluntad y un par de patas llenas de energía!

Al unirnos al GR-30, nos encontramos con una fiesta de excursionistas, ¡todos con el mismo objetivo en mente: alcanzar la cima! ¡Y nosotros no íbamos a quedarnos atrás! El camino estaba más concurrido, pero eso solo añadía más emoción al asunto.

El tiempo decidió unirse a la fiesta en la cima, ¡pero nosotros no dejamos que unas gotitas nos arruinaran la diversión! ¡Rápidamente nos lanzamos de regreso, con la lluvia como nuestra banda sonora de aventura!

Alrededor del mediodía, de vuelta en el aparcamiento, nos dimos cuenta de que éramos los últimos en abandonar el escenario. ¡Pero eso solo significaba que teníamos el lugar para nosotros solitos! ¡La cámper nos esperaba con los brazos abiertos para un merecido descanso y un buen banquete!

Después de recargar energías y contar anécdotas de la jornada, nos aventuramos en coche por caminos igualmente emocionantes. Bosques misteriosos y vistas de postal nos recibieron en cada curva. Y Monte-Dore, ¡un lugar que tiene su encanto incluso en su decadencia!

Y qué decir de nuestro encuentro cerca del castillo de Murol. ¡Una montaña de grava volcánica nos dio una dosis extra de adrenalina! Algunos podrían sentir miedo, ¡pero con el valor y la locura de mi papi, nada nos detiene!

Así que aquí estamos, viviendo al límite y disfrutando cada segundo de nuestras locuras viajeras. ¡Nos vemos en el próximo episodio, pandilla! ¡Y recuerden, la vida es una aventura que vale la pena vivir al máximo!

Joan

Que bonito y qué guapo mis niños

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