Entre curvas alpinas, caminos panorámicos y autopistas italianas, terminamos en un sitio increíble con vistas de postal. ¡Y llegamos antes de comer, así que tarde libre para explorar!
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Hoy nos hundimos hasta las orejas en nieve, cruzamos trincheras de la Primera Guerra Mundial y sobrevivimos a 27 curvas cerradas en el Passo Pordoi, entre otros. ¡Un día épico para mis patitas!
Entre nieve, lagos y vistas de postal, las Dolomitas nos volvieron a enamorar. Hoy dormimos rodeados de estrellas y montañas, con la calefacción ganándose un premio.
¡Qué día de Navidad tan redondo! Exploramos Palmanova, jugué con mi nueva pelota en la nieve y acabamos en un lugar tranquilo junto a un río. ¡Una Navidad de película!
Tras recuperar el sueño perdido por la noche de nieve, exploramos el Santuario del Monte Grisa y sus vistas al Adriático. Ahora disfrutamos una Nochebuena tranquila en la Reserva de Doberdò. ¡Pura paz!
Gisteren regende het pijpenstelen, en mijn baasje kreeg een bericht op zijn telefoon: code oranje vanwege sneeuw. Ik snapte er niks van, want ik heb geen telefoon en kleuren zeggen me niks. Maar mijn
¡Base aérea abandonada, aviones destrozados y túneles oscuros! Después, lluvia, barro y un aviso naranja de nieve. ¡Así de épico fue nuestro día en el que pasamos de Bosnia y Herzegovina a Croacia!
Exploré paisajes vacíos, un pueblo abandonado y un monumento que pone los pelos de punta. Bosnia, ¡no dejas de sorprenderme!
Despertar con vistas, un déjà vu en Počitelj, selfies en la Cruz del Milenio y nieve en el camino. Cerramos el día en un rincón tranquilo. ¡Vivir rodando es una aventura!
Cruzamos de Montenegro a Bosnia-Herzegovina en el paso de frontera más rápido de la historia. Ahora estamos en un lugar tranquilo junto al río... ¡y hoy es mi cumpleaños! Más detalles en otra entrada.
Paseo por la ciudad, hielo en el Parque Lovcen (patiné como un pro) y curvas infinitas hacia Kotor. Todo eso con vistas de fiordo y final tranquilo en la montaña.
De la niebla matutina a las luces de Navidad en Cetinje: carreteras nevadas, una autopista de lujo, Podgorica sin sorpresas y un monumento brutalista en Barutana. Dormimos sobre un monasterio, ¡vaya día!