Viajamos hasta el mismísimo Cabo Norte, pero no vimos nada. La niebla lo cubría todo. Por suerte, encontramos un rincón escondido con vistas, silencio… y una historia inesperada.
Global Tracking 2024
Nos fuimos hasta Knivskjelodden, más al norte que el norte. Paseo de seis horas, monumento, faro y, al final del día... ¡la famosa no-puesta del sol con 200 autocaravanas y 50 renos!
Piedras con forma de ventana, playas sin agua y lagos traicioneros. La tranquilidad duró… hasta que los mosquitos organizaron su fiesta.
Entre bosques finlandeses sin haber salido de Noruega, cruzamos un puente sin guardias y ¡pum! país nuevo, reno incluido. Museo para humanos, siesta para mí y noche en una cantera gigante.
Más de 260 km sin parar, salvo para repostar. Llegamos a Rovaniemi, ciudad de Papá Noel, pero sin trineo ni galletas. Papi fue al súper… y volvió sin premios. ¿¡Estamos locos!?
Entre centros comerciales y el pueblo de Papá Noel, descubrimos que Rovaniemi es más raro que un gato en la ducha. Lo mejor: dormir solos frente al río. Sin luces, ni villancicos.
Hoy tocó país nuevo: Suecia. Entramos, salimos, volvimos a entrar. Vimos mar, una iglesia de postal y acabamos en un rincón de paz junto a un riachuelo. El IKEA no nos atrapó. De milagro.
Visitamos una aldea con más casitas que habitantes, una ciudad que no dice mucho y una playa donde nadie se moja. Menos mal que acabamos el día entre árboles y sin humanos gritando.
Pies a la obra en Skellefteå, donde hasta las casas huelen a madera fresca. Luego, carretera y grava hasta un rincón tranquilo cerca de un lago. ¡Sin turistas pero con historia!
Museo al aire libre, casas con historia y mucho que olisquear. Luego carretera, siesta móvil y un lago precioso para pasar la noche. Köpmanholmen, sin humanos ni jaleo. ¡Perfecto!
Hoy tocó puente gigante, paseo por la naturaleza y un puente tibetano con suelo trampa. Pero papi ya sabe: ¡Chuly en brazos y seguimos explorando como campeones!
Papi se baña en el mar, paseamos por una ciudad sin casitas de madera y acampamos entre vacas y plásticos gigantes. ¡Pero lo dejamos todo bien limpio!