Un día de postal entre catedrales, campos de golf de ricos con palos, dunas salvajes, barcos oxidados y alemanes alucinando con nuestra célula. Y yo, como siempre, en el centro de la acción.
viaje
Fuimos a buscar delfines y acabamos encontrando cascadas encantadas, plataformas petrolíferas y jardines ajenos. Menos mal que dormimos rodeados de campos y tranquilidad... ¡sin hadas, ni humanos molestos!
La gripe no se rinde, pero nosotros tampoco. Paseamos por bosques históricos, buscamos vistas en la península de Black Isle y descubrimos uno de los pocos donde dormir está permitido.
Seguimos la ruta entre curvas y catarros, con parada en un puente histórico y búsqueda desesperada de sitio para dormir. Al final, bosque tranquilo, paseo corto y noche sin sobresaltos.
Un puente colgante, un baño en el río y el catarro que no se rinde. Mientras Papi Edu lucha contra los virus, yo vigilo desde la toalla. A veces ser enfermero canino es un currazo.
Después de tres días en modo enfermería en Cramond, volvemos a la carretera. Vaciamos aguas, llenamos la despensa y acabamos en un sitio con cascadas, río fresquito y un parking de lujo.
Papi Edu cayó con fiebre y yo aproveché para acurrucarme todo el día. Visitas australianas, Coca-Cola al sol y siestas infinitas. Dos días sin movernos, pero con historias que contar.
Pasé seis días con humanos nuevos, pero papi Edu volvió. Le olí, le lamí… y también lloramos. Porque hay días raros que terminan con abrazos, catarros y mucho amor perruno.
Papi Edu me dejó con Fabi en Edimburgo... ¡y ahora quiero quedarme! Entre siestas épicas, cisnes falsos y camas compartidas con pedetes, descubrí una vida de lujo perruno inesperado.
Tito Joan necesita a Papi Edu en Barcelona… y a mí me toca quedarme en Edimburgo con un humano nuevo llamado Fabi. No es mi familia, pero al menos tiene sofá y cara de buena gente
Descubrimos el Highland Folk Museum y acabamos el día durmiendo entre los pinos junto al Loch Garten. Un lugar tranquilo, aunque el lago escondía un cartel que nos quitó las ganas de chapuzón...
Nos alejamos de Edimburgo cruzando el Queensferry Crossing, subimos por las Highlands entre valles, presas y lagos, dimos muchas vueltas por culpa de la cobertura móvil y acabamos durmiendo junto a una presa.